A la derecha, casi invisibles por su pequeño tamaño, se encuentran los dos hermanos gemelos de la familia. LG Dire Wolves y Chiefs Esports Club siempre han estado constantemente peleados y solo se entendían cuando tenían que enfrentarse a los mayores. Su objetivo siempre ha sido el mismo: crecer y medirse con los grandes.
Pero mientras que uno empezó muy bien y era mas fuerte de pequeño, al pasar los años el otro, el más inteligente, se hizo un hueco como el más querido en la familia. Ganó un poquito más de popularidad, lo suficiente como para que siempre que se tenían que dirigir a los dos acababa siendo nombrado el segundo.
Históricamente, a Oceanía siempre se la ha asociado con el legado de Chiefs Esports Club. La organización, que comenzó su andadura en 2014 desde que era Exodus Gaming y todavía mantiene de aquella época dorada a Brandon “Swip3rR” Holland, tiene en su haber un total de cuatro títulos de la Oceanic Pro League. El 02 de septiembre, alguien le ha igualado. Como G2 Esports fue a Fnatic durante dos años, LG Dire Wolves es el nuevo rey indiscutible de la región.
Dominio es quedarse corto
Todo comenzó a principios de 2017. En palabras de Nathan Mott, CEO de LG Dire Wolves, el equipo dio un paso adelante que nadie se podía esperar: destronó a un Chiefs eSports Club que, sin perder ninguna pieza, ni siquiera consiguió llegar a la final regional. Los lobos demostraron en verano de ese mismo año que estaban ahí para quedarse: en esa ocasión sí acabaron con Chiefs en la final. Y así lleva sucediendo en cada edición hasta la fecha.
Para entender el éxito inesperado de esta organización no se puede dejar a ningún jugador fuera. Hasta este verano de 2018, el equipo jugaba alrededor de la calle superior y Ryan “Chippys” Short era una pieza fundamental en el conjunto. Durante un año entero, Richard “Phantiks” Su fue la constancia que permitía al equipo dominar en su propia región. La salida de Mitchell “Destiny” Saw a su ahora eterno enemigo (puesto que la rivalidad de Chiefs eSports Club hace unos años era con Legacy Esports) tampoco se puede olvidar.
Pero el núcleo duro del conjunto se mantuvo. Shern “Shernfire” Tai, jungla del equipo, y Calvin “k1ng” Truong, tirador titular, siguen siendo a día de hoy los jugadores más importantes en la organización. Tienen la experiencia suficiente para llevar al resto adelante así como la motivación de hacer algo más que una buena actuación en Oceanía.
A día de hoy, se puede decir que LG Dire Wolves es el equipo más dominador de la historia del continente más olvidado. En su propio país no ha perdido ni una serie en absolutamente todo el año, puesto que la fase regular de la OPL se juega al mejor de tres. La posibilidad de una sorpresa es mucho menos predominante al no existir el mejor de uno, pero eso no quita el mérito que dicho resultado tiene.
Aun así, LG Dire Wolves ha cedido partidas. Shernfire y Nathan Mott coinciden en que falta algo más. Se siente como una temporada perfecta desde dentro de la organización, pero aun así se perdieron partidas. La final contra Chiefs eSports Club hace unas escasas tres semanas no fue un 3 a 0 rotundo y las victorias conseguidas no estuvieron exentas de lucha constante.
De hecho, esa es la espina clavada en el corazón de los aficionados de la región. Aunque siempre ha habido un líder claro, nunca ha tenido un dominio tan abrumador sobre la Grieta del Invocador como para que se esperen un buen resultado internacional. La meta es el progreso, no la victoria. Oceanía ha dado mucha pena en Europa, China y Norteamérica. Es hora de cambiar la historia.
Fortalezas interesantes, debilidades preocupantes
Los comentaristas de Oceanía lo tienen claro: este LG Dire Wolves no tiene rival en la región. Esto se puede percibir de muchas maneras, pero solo hay una correcta. El continente más aislado del mundo también tiene como consecuencia el desconocimiento de los puntos débiles de sus equipos. Es difícil saber cómo atacar el Talon de Aquiles si no eres capaz de verlo, porque nunca ha sido expuesto.
Pero primero, las bondades. LG Dire Wolves es un equipo liderado desde la jungla hacia fuera y ninguna de las calles posee un jugador inferior mecánicamente al resto. Sí, en algunos momentos hay despistes y se ven actuaciones extrañas, pero en general no se puede marcar a alguien como la flaqueza concreta.
Esto permite realizar batallas grupales bastante decentes para la región y ganar partidas por pura fuerza bruta. Si peleas frente a LG Dire Wolves en un espacio abierto es muy probable que tenga posibilidades de ganarte. Incluso, teóricamente, contra rivales más completos. Sus composiciones son muy marcadas: raras veces tienen ausencia de línea frontal con tanques como tampoco les falta daño en la trasera. En general, es un conjunto solvente y con una idea clara de cómo quiere jugar.
Este aspecto de hecho debería favorecer a LG Dire Wolves en un Campeonato Mundial. Históricamente, y esto es ligeramente discutible, las escuadras a priori no favoritas con una forma de jugar más marcada suelen dar sorpresas a los mejores conjuntos. Son previsibles, sí, pero también efectivos. La pregunta está en este caso concreto en si será suficiente.
El problema que se puede vislumbrar a primera vista es que para los equipos de Oceanía los primeros veinte minutos son inexistentes. No hay presión mecánica en fase de calles, la prioridad de medio nunca se utiliza correctamente para invadir o generar ventajas numéricas y el uso del Teleportar suele ser mucho más reactivo que proactivo. En conjunto, con alguna excepción claro está, si pasan los minutos y no ha sucedido nada LG Dire Wolves se puede dar con un canto en los dientes. Si dejan a Shernfire demasiado detrás al principio, se acabó.
Lo que más preocupa es que, incluso en su principal punto fuerte pasado el minuto 20, existen estrategias que buenos equipos pueden ejecutar sin problemas para contrarrestarlos. Por ejemplo, SuperMassive podría simplemente gestionar mejor las oleadas y asediar sin realizar iniciaciones para ganar con solvencia a Dire Wolves. A esa parte del globo le cuesta adaptarse al macrojuego teórico, aunque ellos afirman que esto no es un problema. Los miembros del quinteto saben que cometen estos errores, pero en su región no sienten la necesidad de solventarlos.
El mejor líder en el mercado
Shernfire, jugador malayo con ya más de cuatro años a sus espaldas de competitivo, es sin duda el jugador más determinante en LG Dire Wolves. El jungla lidera las iniciaciones de su equipo y su estilo no se basa en ser desequilibrante con campeones agresivos, si no en ejecutar en busca de la perfección su rol (sea el que sea) dentro de la composición.
El malayo de 20 años ya llamó la atención en los últimos torneos internacionales por ser uno de los pocos jugadores extranjeros en representar a Oceanía. Ha habido hasta españoles en Australia, al ser Alejandro “DarkSide” Oyonate el tirador de Avant Garde esta temporada, pero solo Shernfire ha marcado la diferencia. Aun así, el jungla ha llegado admitir que necesita trasladar más su ventaja al resto del equipo cuando se encuentra por delante.
Amante de Gragas, su Nocturne es un bloqueo omnipresente para los equipos que se han enfrentado a LG Dire Wolves este verano. Jugador que prefiere mantenerse en su jungla en los compases iniciales, si se le deja espacio puede cambiar totalmente el transcurso de una batalla grupal. Esta temporada ha llegado a jugar hasta Hecarim en la jungla y, con la utilización de Zac para el kiwi Andy “Cupcake” van der Vyver como apoyo, que no extrañe que lo vuelva a traer bajo una selección flexible desde primavera.
Todo o nada
Por último, se ha hablado poco del resto de jugadores en general de LG Dire Wolves en esta pieza porque son bastante consistentes y no destacan por nada en especial. Solo mencionar que su actual top, Brandon “BioPanther” Alexander, ha tenido la difícil tarea de solventar la ausencia de Chippys y lo ha hecho de forma magistral con tanques como Cho’Gath. Recién ascendido desde la academia, también ha sido nombrado como mejor novato de la temporada. Stephen “Triple” Li es joven y tiene muchas ganas de comerse el mundo, pero con la excepción de Karma se convierte en un hacedor de daño más en las batallas grupales con campeones como Orianna o Azir.
Si LG Dire Wolves cae estrepitosamente en el Campeonato Mundial como en otras ediciones, no será ninguna sorpresa para nadie. Pero la región necesita seguir mejorando y, de no llegar a competir por la posibilidad de llegar a la fase de grupos, el público podría reclamar una nueva era. Tiene pinta de que este torneo será un antes y un después para toda la región, solo LG Dire Wolves tiene en sus manos decidir si será para bien o para mal. El resultado del Rift Rivals, en el que Oceanía se impuso al Sudeste Asiático y Japón, llama al optimismo.
Como diría el propio Shernfire, que se encuentra con el resto de sus compañeros en Corea desde el 10 de septiembre, ganar la OPL no es suficiente: “Somos un gran pez en una charca pequeña. Queremos jugar contra los chicos grandes y ganarles”.
Varias de las declaraciones de los jugadores de LG Dire Wolves utilizadas en esta pieza han sido extraidas de las entrevistas realizadas en la final de la OPL de Snowball Esports, así como la pieza publicada por RedBull Australia.