A la hora de escoger la silla en la que sentarse, normalmente se suele poner una mesa extra debido a que en la principal ya no caben más platos que poner. En esta superficie adicional suelen estar los niños pequeños y, normalmente, un adulto que los acompaña. Al adulto seguramente no le haga ninguna gracia tener que aguantar a los críos, pero es lo que toca.
El año pasado le tocó al padre y fue un auténtico despropósito. Gritos por un lado y por el otro, niños corriendo y jugando como si estuvieran en el patio, comida rodando por el suelo y hasta un plato roto. Este año, para solucionar problemas, la madre es la encargada y parece que todo va sobre ruedas, aunque el miedo al desastre sigue estando ahí.
Algo parecido sucede con la tercera plaza de la League Masters Series taiwanesa. La LMS mandó por primera vez en 2017 tres integrantes al Campeonato Mundial y Hong Kong Attitude no dejó una buena imagen de la región. Ahora, se le ha colgado la medalla del mal nivel a la posición en vez de al equipo clasificado, pero hasta ahora nadie se ha preocupado en mirar realmente quién es la madre: G-Rex.
Viejos amigos en nuevos colegios
Aunque Hong Kong Attitude fue el tercer representante de la LMS en 2017, a muchos aficionados habituales de la competición les hubiera gustado ver a Raise Gaming. Un equipo salido de la nada que llegó de ascender en un mismo año a ser contendiente al título junto a Flash Wolves, solo con un fracaso final tanto en «playoffs» contra ahq e-Sports Club como frente a HKA en la final del regional.
Hsieh “PK” Yu-Ting, Huang “Laba” Chen-Yang, Yang “Wuji” Chia-Yu, Chen “LilV” Chin-Han y Lin “Koala” Chih-Chiang era un quinteto desconocido en el máximo nivel pero en realidad muy veterano en la región. La mayoría de ellos jugaron con anterioridad en Dream Catcher Gaming y varios de ellos incluso en Assasin Sniper o Taipei Berserkers, al ser esta última la organización hermana de la clásica Taipei Assasins.
En definitiva, el grupo fundamental del proyecto llevaba jugando en conjunto más de un año antes de llegar a la LMS y por ello surgió ese tremendo auge que casi los lleva al mundial en la China continental. Jugadores con poco trasfondo histórico en el máximo nivel pero muchísimo en categorías inferiores y sinergias ya adquiridas.
A comienzos de este año, G-Rex compró la plaza de Raise Gaming y con ella se llevó a todos sus jugadores titulares excepto por el tirador. LilV se iría a J Team para formar un superequipo taiwanés que al final solo se ha quedado en el nombre. En su lugar llegaron dos coreanos experimentados de CJ Entus y Samsung Galaxy, bastante conocidos por los seguidores de la escena asiática: Kim “Candy” Seung-ju y Lee “Stitch” Seung-ju.
Ambos se amoldaron al momento al equipo y tuvieron un resultado igual de exitoso en primavera que en 2017. Subcampeones, G-Rex ha sido el único equipo en 2018 en sacar una serie a Flash Wolves. Pero en verano, después de la salida de Laba y la inestabilidad en la posición de la jungla, el equipo fracasó en la fase regular con un inicio horripilante y ni siquiera se clasificó para la fase de eliminatorias tras perder la partida de desempate contra J Team.
Sin embargo, la tendencia ha sido en auge constante porque el parche 8.11 que mandó magos a la calle inferior fastidió mucho la orientación del equipo. La llegada de Oh “Raise” Ji-hwan (ex Kongdoo Monster) ha provocado muchas variaciones en la jungla, pero poco a poco al final el conjunto se ha ido amoldando. G-Rex no ha de ser infravalorado: tiene un núcleo de tres jugadores muy fuerte, un gran tirador y un interesante historial de ser la revolución en la grieta.
El éxito está en el término medio
Al comienzo de la LMS en verano de 2018, G-Rex encadenó cinco derrotas consecutivas debido a no poder jugar tiradores en la calle inferior. Intentó llevar a Wuji, el medio de toda la vida, a esa posición pero la esencia del equipo se perdió y fue un auténtico fracaso. Candy tampoco ejercía la misma presión en la calle central.
Cuando G-Rex se dio cuenta de que podía volver a jugar tiradores convencionales, ya era demasiado tarde. Su estilo de juego basado en batallas grupales de cinco contra cinco y la vuelta de muchos campeones a la calle inferior le permitió remontar el vuelo, pero en la clasificación ya era inabarcable la remontada y al final se tuvo que adjudicar un quinto puesto.
Aun así, estar tan mal le ha permitido consolidar su forma de jugar. El conjunto taiwanés es prolijo en el río, tanto por la visión que proporcionan como por la orientación de sus jugadores individuales. Para poder abrir la calle central primero intentan controlar las entradas a la jungla y aguantar las oleadas en las calles exteriores. Una forma de jugar más habitual cuando está Wuji en partida en vez de Candy.
Por eso, la sensación externa puede ser de un equipo mediocre si solo se ven los resultados. Mas su dominio de zona parece más de una partida de ajedrez que de League of Legends y se ensalza cuando llega la mitad de la partida. G-Rex no es tremendamente bueno antes del minuto 15 ni después del 30, pero en ese intervalo de tiempo es tremendamente peligroso.
Debido a que muchas veces los integrantes se pierden por la grieta cuando no están en su momento álgido, es muy fácil penalizar a G-Rex cuando se encuentra por detrás. Un defecto más norteamericano que taiwanés, el de intentar luchar en la calle central aunque no haya ningún objetivo que disputar, ha condicionado varias partidas que G-Rex podía haber ganado.
G-Rex es un equipo con las intenciones claras, pero también penalizable con estrategias diversas. Desde empuje dividido hasta presión asfixiante en los primeros compases, el objetivo de cualquier equipo que se enfrente a G-Rex debería ser ahogar la jungla muy pronto para que el medio no pueda liberarse o pasar de cierto minuto y superar a la escuadra taiwanesa en rotaciones. Aunque depende del medio que juegue (Candy o Wuji), si se controla la calle central la parte inferior es muy fácil de superar.
Unos brillan por el trabajo de otros
Si ves una muestra pequeña de partidas, Stitch parece el claro referente de este conjunto. Con campeones como Tristana y Caitlyn recibe muchos recursos y realiza un papel muy elogiable en batallas grupales. Es un tirador de toda la vida, el ex Samsung Galaxy sabe hacer su rol y ejecutar con condiciones lo que el contexto le exige.
No obstante, no es definitorio. El jugador que lleva las riendas del tempo está en la calle superior. PK demostró con Urgot en el torneo para la clasificación al Campeonato Mundial que puede ganar por sí solo una partida y su capacidad para realizar flanqueos en batallas grupales es única en el mundo. No es un jugador que domine la línea necesariamente, pero sí los conceptos de línea frontal y trasera en escaramuzas para romper la composición enemiga.
Cuando el equipo va mal, también parece el peor porque sus actuaciones son las que condicionan el resultado final. PK es el punto de apoyo de este equipo y, de no ser por su capacidad para jugar cualquier tipo de campeón, G-Rex seguramente no hubiera llegado al Campeonato Mundial. Brillará menos que otros, pero por detrás los cimientos de G-Rex están en sus manos.
El prejuicio siempre viene antes de los hechos
G-Rex es un equipo infravalorado por el contexto del que viene. La superioridad aplastante de Flash Wolves hace creer al aficionado común que el resto de equipos son mediocres sin mirar si quiera sus estilos y necesidades. El tercer clasificado por Taiwán tiene jugadores interesantes y un estilo marcado que le puede dar más alegrías que tristezas.
Eso sí, los defectos se pueden encontrar por doquier. Por suerte, la fase previa del Campeonato Mundial será una buena vara de medir para las regiones minoritarias: si Gambit Gaming, Kaos Latin Gamers o el potencial segundo clasificado de otros grupos no es capaz de explotar las debilidades de G-Rex, Taiwán deberá ser más respetada.
Dice Sun Tzu en el Arte de la Guerra que “si te conoces a ti mismo pero no al enemigo, por cada victoria ganada también sufrirás una derrota”. Con rivales de tantas regiones y estilos tan diferentes, la clave del futuro de este G-Rex puede estar más que nunca en las manos de la capacidad de investigación del enemigo, más allá de su nivel.
Agradecimientos a Xander “xGomihoo” Torres por su colaboración en la realización de esta pieza.