Al principio costó mucho adaptar a Juan. Sobre todo porque era complicado entender, para una familia rural gallega, que una persona con dicho nombre fuera una chica en vez de un chico. También es cierto que la niña hacía poco por ayudar, porque escasamente se comunicaba con el resto y se escondía en su propio mundo. Desde que llegó, ella no paraba de llorar y llorar.
Lo que era una sensación incómoda para la familia se convertió en una alegría de un día para otro. A Juan le encantaba el arroz y, en los años anteriores, en las reuniones familiares habían dejado un cuenco con un poco para ella en vez de ensaladilla rusa. Un gesto muy extraño pero que permitió abrir a la joven Huan, tal y como dice su DNI. Fueron años duros, pero ahora es una más del grupo y hasta se le escapa un «carallo» cuando se cabrea.
Cuando Rebels Anarchy ascendió a la League Championship Korea se tuvo que unir al tren de abajo y quedarse en un segundo escalón por debajo de los grandes. Renombrado por un patrocinador, el ahora conocido como Afreeca Freecs mantuvo la esencia del anterior proyecto, pero con el tiempo ha cambiado a sus jugadores y se ha amoldado más a la escena en la que compite. Aquel equipo unidimensional ha cambiado muchísimo y viene con bastante fuerza pero sin hacer mucho ruido.
Un nuevo entre los grandes
El cambio de temporada entre 2016 y 2017 fue drástico para varias organizaciones coreanas. Se produjo el retorno de estrellas a KT Rolster que se habían marchado en el éxodo de finales de 2014 y muchos líderes emblemáticos cambiaron de barco antes de que se hundiera como fueron los casos de Kim “PraY” Jong-In y Kang “Gorilla” Beom-hyeon en ROX Tigers.
Uno de los equipos que cambió radicalmente fue Afreeca Freecs. Relegado con anterioridad a un meritorio quinto puesto con una plantilla teóricamente inferior, la organización quiso poner de su parte para que la marca se convirtiera en una posible contendiente al título. Todo el quinteto titular salió, entre ellos nombres importantes como Son “Mickey” Young-min y Jeon “ikssu” Ik-soo.
Pero a cambio también llegaron históricos para liderar el proyecto. Lee “Spirit” Da-yoon volvería a su país tras estar en Europa con Fnatic y en China con Team WE mientras que Lee “Kuro” Seo-haeng diría adiós a su mejor palmarés competitivo con ROX Tigers. El nuevo Afreeca apostaría por Jang “MaRin” Gyeong-hwan tras un mal año en el gigante asiático con LGD Gaming y buscaría solvencia en el resto de posiciones.
Aunque la imagen dentro de la Grieta del Invocador fue un poco mejor, ni MaRin ni Spirit rendían al nivel de lo que se esperaba. El resultado fue casi idéntico, con un cuarto puesto en primavera y un quinto en verano sin poder ganar ninguna serie en los «playoffs» de la LCK. De fondo, jugadores como Park “TusiN” Jong-ik, Lee “Mowgli” Jae-ha y Ha “Kramer” Jong-hun todavía tenían que acostumbrarse a un nivel de exigencia mayor.
La salida de MaRin era una buena noticia, pero apostar por un novato como Kim “Kiin” Kin-Gi que acababa de descender con Ever8 Winners traía dudas. Sí, era considerado como el jugador más salvable de aquella plantilla, pero nadie esperaba que el joven top estuviera a un nivel como para luchar por el título de la región. Spirit, por su parte, también pegó un acelerón.
Sin embargo, el tiempo acalló a todo el mundo. Afreeca Freecs fue el primer equipo en meter el miedo en el cuerpo a un Kingzone DragonX que había dominado primavera, tras llegar a una final por buenos méritos deportivos. Este verano, solo un revolucionario Griffin le ha frenado de disputarse el campeonato contra KT Rolster, con un quinto encuentro incluido en la serie. Afreeca Freecs, después de tres años de travesía, es por fin un equipo puntero en Corea.
No existen los campeones en la Grieta del Invocador
La obsesión de Afreeca Freecs por controlar cada una de las oleadas de súbditos que aparecen en el mapa será estudiada por los niños coreanos dentro de veinte años. En realidad no, pero sería una pena, porque la escuadra liderada por Spirit parece jugar un encuentro contra la máquina en vez de frente a humanos.
Si la partida no se pone muy adversa antes del minuto 20, comienza el juego en el que Afreeca Freecs se siente cómodo. Con campeones muy reconocibles como Quinn para Kiin, Vel’Koz para Kuro o Swain (en este parche) para Kramer, el objetivo del equipo es moverse lo más rápido por el mapa y limpiar seis (o siete) súbditos de forma coordinada para que el rival tenga que recibir el ejército enemigo por los tres flancos.
De esta manera, da igual qué objetivo neutral esté en disputa o la batalla grupal que suceda. Al final, el rival no va a poder sacar tanta rentabilidad como querría y, si Afreeca gana la escaramuza, es muy probable que saque una ventaja de oro muy definitoria. En varias ocasiones esta gestión del mapa le permite conseguir más torres que el enemigo sin necesidad de luchar.
Griffin, el mejor equipo en batallas grupales de Corea, demostró la forma de destrozar este sistema: luchar, luchar y luchar. Cuanto más pronto, mejor. Afreeca no tiene para nada malos jugadores, pero sí es cierto que ni Kramer ni Kuro son los mejores a la hora de aportar daño en escaramuzas. Los cuatros contra cuatro o tres contra tres son favorables, pero un cinco contra cinco puede condicionar el devenir del encuentro a favor de sus rivales.
La herramienta a denegar en Afreeca es TusiN. El apoyo ha subido muchísimo su nivel este año y con campeones de muchísima iniciación es la clave para que Afreeca Freecs pueda ganar partidas. Su Shen, Alistar o Rakan son muy desequilibrantes, tanto que al coreano le han bloqueado el mejor acompañante de Xayah en varias ocasiones.
En el resto de posiciones, existe mucha polivalencia. Kuro puede jugar prácticamente de todo. Kramer siempre puede ser útil (aunque mejor con magos), mientras que Spirit y Mowgli comparten tanto tanques como duelistas en la jungla. Un equipo muy sólido y sin debilidades tácticas claras, pero sí por fuerza bruta.
Un solo cambio fue suficiente
Afreeca Freecs tiene la capacidad de sacar cinco suplentes en cualquier momento en Corea, más habitualmente dos o tres, pero el Campeonato Mundial solo permite uno. Por eso, una figura tan solvente como Kiin en la calle superior puede ser la materia prima que el equipo coreano necesite para sobrellevar a sus competidores.
El astro coreano es bueno con absolutamente todo. Sí, te puede rendir mejor si le das Gangplank y mucho daño como Aatrox, pero si te tiene que jugar un tanque lo hará con mucha solvencia. Además tiene la habilidad de rendir bien con todo tipo de selecciones, desde Kled y Kennen hasta Ryze y Darius o Dr.Mundo. No, no pienses en sacarlo de la partida a base de bloqueos, es imposible.
Abusa en bastantes líneas, pero sobre todo su gran valor es ser capaz de escapar de cualquier situación. En un equipo en el que lo más importante es meter presión en todo el mapa, es muy habitual que el rival intente ganar a base de cazar a algún miembro desperdigado. Ese suele ser Kiin, pero es que el top no suele morir en situaciones difíciles.
Un coreano más, nunca uno menos
En ediciones antiguas de Campeonatos Mundiales existió ese tercer conjunto coreano que no acababa de realizar un buen papel. Ese NaJin White Shield que perdía contra organizaciones chinas o el Samsung Ozone que se quedó fuera de cuartos de final en beneficio de Gambit Gaming. No obstante, en los últimos tres años ha sido un dominio apabullante en base a resultados, aunque hace menos de 365 días alguno sufrió más de lo debido.
No obstante, este Afreeca Freecs no tiene pinta de ser el coreano que pudiera quedarse fuera en grupos. Flash Wolves y Phong Vũ Buffalo son mejores equipos de lo que algún aficionado occidental pensaría, pero aun así no tienen estilos ni nivel individual como para superar las debilidades de los coreanos. Los taiwaneses son conocidos como los «matacoreanos» por experiencias previas en fase de grupos, pero de ahí a la realidad hay un trecho.
Es en cuartos de final donde un emparejamiento le podría dejar una situación complicada. Royal Never Give Up e Invictus Gaming son equipos que juegan justo de la manera que Afreeca Freecs quiere evitar, así como sus dos compañeros de país son rivales duros de roer, por lo que no quedan muchas posibilidades. Aun así, el segundo de Corea puede ganar a cualquiera en esta competición y podría ser candidato al título, aunque no favorito.